Nueva Zelanda: Cuestionario sobre programa estacional para empleados estimulando productividad y mejorando habilidades
Nueva Zelanda es conocida mundialmente por la calidad y estándares de seguridad de sus exportaciones de frutas y verduras, pero también existe un héroe olvidado que ha contribuido ampliamente a esa fama – el programa “Recognised Seasonal Employer” (RSE) (Empleado Estacional Reconocido). En el sitio web www.freshfruitportal.com nos encontramos con el gerente de desarrollo comercial de fruta de pepita de Nueva Zelanda, Gary Jones, para debatir un factor de producción, a menudo subestimado en su sector, el que no solo ha transformado una industria, sino que también vive de muchas de ellas en naciones en vía de desarrollo.
Para comenzar, ¿Qué es lo que hace del programa para el trabajador de Nueva Zelanda, algo tan diferente, si lo compara con programas similares de ultramar?
Creo que la clave es que el empleador individual directamente emplea a estos trabajadores, y por lo tanto desarrolla relaciones, no solo con ellos personalmente, sino que también en su localidad, con sus mayores y con sus líderes. Por lo tanto, la red y sus tentáculos se extienden a las distintas islas del Pacífico.
Con el paso de los años, esto le permite al modelo en su totalidad fortalecerse y hacerse bien personalizado, y a través del mismo, se logra una gran lealtad por parte del empleador y del empleado.
A menudo su dinero es muchas veces lo que posiblemente podrían ellos ganar trabajando en las islas. Muchos de estos trabajadores pueden recuperar más de U$S 10.000 al año o más.
Nosotros proporcionamos una guía a través de programas que son apoyados por el gobierno en términos de nuestro dinero de Ayuda de Nueva Zelanda, el que es invertido juntamente con el programa a fin de asegurar que les proveamos a nuestros mejores empleados de buenas planificaciones, oportunidad y habilidades para utilizar su dinero sabiamente y recuperar el comercio en la isla; ese es el objetivo a largo plazo, para poder evitar el ingreso a Nueva Zelanda y contar con un negocio en casa que genere valor y perpetuidad.
Pero, si eso prosigue ¿ustedes estarían perdiendo empleados o habría un nuevo flujo de talentos potenciales?
Siempre hay un cambio. Probablemente alrededor del 85/90% regresan cada año y nosotros creemos que es un número muy saludable. El objetivo es no tener empleados que dependan de esto para siempre – la situación ideal es proporcionarles las habilidades que les permitan permanecer en sus hogares con sus familias y por lo tanto si ellos llegan a Nueva Zelanda por siete meses del año, esto no impacta demasiado sobre las islas.
Esto es transformacional. Está visto como un programa de trabajo migratorio, pero el beneficio real es el desarrollo de capacidades que proporciona.
Pero, si eso prosigue ¿ustedes estarían perdiendo empleados o habría un nuevo flujo de talentos potenciales?
Siempre hay un cambio. Probablemente alrededor del 85/90% regresan cada año y nosotros creemos que es un número muy saludable. El objetivo es no tener empleados que dependan de esto para siempre – la situación ideal es proporcionarles las habilidades que les permitan permanecer en sus hogares con sus familias y por lo tanto si ellos llegan a Nueva Zelanda por siete meses del año, esto no impacta demasiado sobre las islas.
Esto es transformacional. Está visto como un programa de trabajo migratorio, pero el beneficio real es el desarrollo de capacidades que proporciona.
¿Y qué tienen que pagar los empleadores bajo este programa?
Los empleadores deben asegurarse el suministro de alojamiento, de transporte, para las necesidades sociales y religiosas de los empleados a través de programas de cuidado pastoral; ellos deben organizar todas las tarifas aéreas, y pagar pasajes de ida, pagando por lo tanto la mitad del boleto de regreso, y como los trabajadores llegan por más y más años, y muchos han estado aquí, ellos pasan a ser parte de la comunidad.
En lugares como la Bahía de Hawke, Motueka y Te Puke, donde estos trabajadores han estado yendo por muchos años, ellos se sienten como relajados en nuestras comunidades y familiarizados con ellas, del mismo modo que cualquier Neozelandés lo estaría. A principios del programa hubo una gran inversión para asegurarles la transición a nuestras sociedades sin ningún problema.
¿Le parece que las grandes industrias de kiwi y manzanas tienen que competir entre ellas para atraer a los mejores trabajadores?
Esto funciona bastante bien mirando un ciclo de 12 meses, si se comienza en invierno hay mucha uva siendo podada. Hay mucho trabajo en las regiones vitivinícolas, especialmente en la región de Marlborough en la Isla Sur y en Central Otago, y entonces pueden pasar al raleo de la fruta, y al raleo de fruta y manzana en primavera y después está la cosecha de la fruta de verano y la de manzana.
Luego se pasa al kiwi y después a los cítricos, y hay otras cosas como verduras, squash, cosecha y empaque de maíz dulce. Pero las más importantes son las más tempranas.
Hay una pequeña superposición con la manzana y el kiwi, con las últimas variedades de manzanas y las primeras de kiwi SunGold, pero se lo está manejando también. La clave de esto es contar con trabajadores que cubran los siete meses – muchos de ellos irán a dos empleadores y esto se ha desarrollado con el paso del tiempo donde las relaciones se han formado, lo que permitirá a los trabajadores circular y ser contratados por un nuevo empleador. Está todo documentado, planificado y todo está chequeado en términos de alojamiento. Ellos recorren región por región, lo cual es más eficiente y eficaz.
No es perfecto todo el tiempo, pero estamos tratando con una industria estacionaria y la naturaleza juega su parte, y esto no es nada nuevo para los productores u horticultores que están acostumbrados a las variaciones climáticas.
Se ha mencionado el número de trabajadores que eventualmente querrían llevarse sus nuevas habilidades de regreso a sus hogares en las islas del Pacífico, pero para otros se supondría que con las habilidades que han desarrollado ellos querrían tener un desenvolvimiento de su carrera dentro de las empresas en las que han estado trabajando. ¿Existe alguna posibilidad de lograrlo?
Hay varias cosas que se pueden hacer. Todos nuestros empleados tratan con productos alimentarios y trabajan dentro de sistemas de calidad y programas de seguridad de calidad – como ustedes saben, las manzanas de Nueva Zelanda van a los supermercados más discernibles alrededor del mundo con los estándares más altos. Se necesita mucha capacidad por parte de los trabajadores en aquellos espacios donde hay sistemas sanitarios y de seguridad muy rigurosos.
Con estos sistemas y los sistemas de seguridad alimentaria hay mucho entrenamiento que involucra a los empleados, y ellos pueden regresar y ser nuevamente entrenados cada año.
Otra cosa que hacemos es realizar programas financieros y de alfabetización con miles de trabajadores, y también hemos identificado un programa donde se han detectado más trabajadores de tipo empresarial, a los que estamos capacitando con más habilidades en un sentido comercial.
El objetivo de esos programas es llevarlos de vuelta a las islas, pero por encima de esto contamos con las cédulas electorales de la Isla del Pacífico, donde la gente puede inscribirse para venir a Nueva Zelanda, y si logran tener éxito y ser elegidos, entonces necesitan encontrar un empleador y si pueden hallar uno como sponsor, podrán llegar a Nueva Zelanda con un permiso de trabajo.
Muchos de nuestros trabajadores regresan y se valen de sus empleadores como sponsors, y regresan a Nueva Zelanda según esos programas.
Mientras nuestra economía se fortalece, en nuestras regiones nosotros comenzamos a tener escasez de capacitación en ciertas áreas y por lo tanto hay oportunidades para que los trabajadores que logran habilidades mientras obtienen esas calificaciones, puedan solicitar el permiso de trabajo y lograr la residencia. Así escalan a vidas completamente diferentes, y se convierten en contribuidores altamente productivos para la primera economía mundial de Nueva Zelanda.
En términos de productividad y responsabilidad social, ¿cómo se compara este programa al modelo contractual utilizado en otros lugares como Australia, Europa o los Estados Unidos?
Hemos observado lo que está sucediendo en esos países. La clave para mí es la línea de vista directa – esencialmente cuando tratamos con grandes minoristas del Hemisferio Norte o de cualquier parte, ellos quieren asegurarse que todos sus productos cumplan con las especificaciones y ellos puedan tener absoluta seguridad de que el producto cuenta con buena seguridad alimentaria, rendimientos de calidad y de que, socialmente, ha sido producido asegurando que las personas involucradas en la cadena de suministro, han sido cuidadas en varios sentidos.
Existe una tensión real ahí, porque la gente que tiene negocios multimillonarios y que utiliza a estos trabajadores, necesita absolutamente asegurarse de que sus productos lleguen al mercado y que no haya ningún problema con ninguno de estos desafíos. Si los hubiera, las repercusiones para esa empresa serían catastróficas, porque, si sus productos fueran removidos de las góndolas debido a algún riesgo percibido, entonces eso tendría las mayores implicancias para sus negocios.
En términos del contratista, el contratista aísla esos negocios potencialmente y la mano de obra o la marca no siempre son expuestas – el contratista se mueve alrededor de muchos empleadores y el empleador no siempre cuenta con que los mismos empleados regresen, por lo tanto, ¿por qué habrían de invertir en esos trabajadores? No siempre se les garantiza recoger el valor de esas habilidades en las que invierten.
Nos gusta nuestro modelo y la oportunidad que representa. No todo el mundo en Nueva Zelanda es un empleador directo, y nosotros tenemos muchos contratistas, pero siempre los mejores contratistas se encuentran monitoreados bien de cerca. En términos de fruta de pepita, la mayoría de nuestros contratistas trabaja directamente para el empleador.
Y políticamente hablando, ¿existe un pronóstico consistente para este programa?
Acceder a trabajadores de las Islas del Pacífico es algo natural para nosotros. Ellos se asimilan bien a nuestras comunidades y sentimos que, culturalmente y socialmente, estamos muy cerca. El gobierno y nuestras comunidades ciertamente apoyan este abordaje y nosotros vemos esto como parte de nuestro papel como país del primer mundo en el Pacífico, proporcionando liderazgo en este espacio y resultados para estos trabajadores.
La clave para Nueva Zelanda y para nuestros negocios es que al traer a estos trabajadores de las Islas del Pacífico se debería generar algo más que valor transaccional. Tenemos que estar creando más empleo full-time para los Neozelandeses y para los hábiles Neozelandeses. A la vez que crecemos y que crecen fuertemente las industrias hortícolas, nosotros estamos viendo la posibilidad de utilizar RSE para generar productividad y empleos que sean altamente eficaces. Mientras podamos demostrar que RSE está generando más crecimiento, se está agregando valor más que quitando, entonces yo creo que estaremos apoyados por el gobierno y por nuestras comunidades.
¿Existe la posibilidad de extender el programa incluyendo otras regiones?
No, no creo que necesariamente tenga que suceder en este momento; para las Islas del Pacífico, estamos hablando desde Papua Nueva Guinea a Kiribati hasta las Islas Cook, hay una gran cantidad de personas en esos países. Creo que estamos llegando a 12 países en este momento – mientras hay otros países asiáticos que han suministrado a sus empleados un programa pre-RSE, el cual existía y esos trabajadores todavía pueden salir a la luz, esos programas están realmente enfocados en las Islas del Pacífico.
Considero que la mayoría de nuestros empleados están cómodos y eso está bien- Fiji acaba de retornar a esto, por lo tanto nosotros tenemos un gran número de trabajadores en un gran país de la Isla del Pacífico. Aún cuando crezcamos no llegaremos a agotar al Pacífico de ninguna manera dentro de un futuro previsible.
¿Y ustedes creen que las industrias hortícolas de otro país podrían ser derrotadas porque Nueva Zelanda ha aprovechado esta oportunidad?
Es una pregunta extraña. Supongo que vería el éxito que el RSE ha logrado para Nueva Zelanda y si me refiero a la industria de la manzana, nosotros hemos creado y recuperado nuestra calidad de manera tal significativa, que estamos fuera en los diferentes mercados de todo el mundo – nosotros estamos en 65-70 países diferentes, estamos comercializando por todas partes, siempre obtenemos el mejor lugar en góndola.
La industria es absolutamente floreciente, recuperando su inmenso valor, donde todos nuestros competidores del espacio hortícola parecen estar luchando con un sinnúmero de problemas, muchos de ellos basados en la calidad. Por lo tanto el RSE ha sido transformacional para nuestra industria. Yo creo que mucha gente subestima los inmensos incrementos en productividad que éste ha creado y los aumentos en valor.
Nuestro objetivo es ir de lo grande a lo más grande, y estamos elaborando planes para lograrlo. El RSE será una clave para esto.
Fuente: www.freshfruitportal.com
Traducción: CAFI
Nota: Los artículos de terceros publicados no necesariamente reflejan la opinión de la Cámara, su publicación intenta reflejar la diversidad de visiones.