La segunda edición de Fruit Attraction São Paulo 2025 concluyó con una destacada participación de países del Cono Sur, especialmente Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, así como de algunos actores europeos como Italia, Grecia, Egipto y Países Bajos. Sin embargo, también fue notable la ausencia de varios países latinoamericanos tradicionalmente exportadores de frutas, como Colombia, Perú, Ecuador, México, Panamá y Costa Rica.

Brasil, anfitrión de la feria, tuvo una presencia destacada tanto a nivel institucional como comercial. Cabe destacar la promoción del aguacate tropical, una variedad local de gran tamaño y sabor más dulce, así como la producción y el consumo de la variedad Hass, aún poco popular entre los consumidores brasileños. Asociaciones locales incluso promocionaron productos derivados, como el helado de aguacate, y programas de capacitación sobre el cultivo de esta fruta.

Chile presentó su gama de kiwis y manzanas, mientras que Argentina se centró en cítricos como naranjas y mandarinas. Grecia también exhibió su producción de kiwis, y los limones brasileños fueron uno de los productos más promocionados en la feria, especialmente para el mercado estadounidense.

Se considera que los mangos, las uvas y los limones han sido las frutas más importantes de esta edición. Empresas como Gran Valle, especializada en la producción de uvas y mangos, afirmaron que, debido a la actual situación del comercio internacional, están priorizando el mercado local y aprovechando las breves oportunidades de exportación, limitándose a periodos específicos del año.

Entre las dificultades mencionadas por varios expositores brasileños, se destacaron problemas logísticos, como retrasos en el transporte marítimo, altos costos de estadía en los puertos y escasez de mano de obra. Esto ha llevado a muchos exportadores a optar por mercados más cercanos en Sudamérica, con tiempos de tránsito más cortos.

También se habló sobre la situación de México respecto a los recientes ajustes arancelarios en su comercio con Estados Unidos, lo que podría motivar a los exportadores mexicanos a buscar mercados alternativos. Esto podría generar escenarios más competitivos para otros países latinoamericanos, especialmente para productos como el limón.

Si bien la feria sirvió para mostrar el dinamismo y diversidad de la oferta frutícola del Cono Sur y algunos países europeos, también reflejó la complejidad actual del comercio internacional de frutas, marcada por obstáculos logísticos, cambios en las políticas comerciales y una reconfiguración de los mercados prioritarios para muchos exportadores.