Existen numerosas investigaciones que demuestran que las frutas son una fuente rica de estos nutrientes. Según las Guías Alimentarias para los Estadounidenses (DGA), 2020-2025, el consumo insuficiente de algunos de los nutrientes que aportan las frutas se considera un problema de salud pública.
Las pautas dietéticas del USDA y del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. indican que la cantidad de fruta recomendada para una dieta nutricionalmente adecuada se ha mantenido igual desde 2005.
Según estas entidades, alrededor del 80% de la población estadounidense consume menos fruta de la cantidad recomendada.
Un estudio reciente del Servicio de Investigación Económica del USDA (ERS) indicó que, en promedio, los consumidores estadounidenses han estado comiendo y bebiendo menos fruta desde principios del siglo XXI.
Las estimaciones de los datos de disponibilidad de alimentos ajustados por pérdidas del ERS muestran que la disponibilidad total de fruta per cápita en EE. UU. disminuyó de 0,95 tazas equivalentes por persona por día en 2003 a 0,82 tazas equivalentes por persona por día en 2021, una caída del 14%, muestra el informe.
Además, los datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES), recopilados a nivel individual, muestran de manera similar que la ingesta total de fruta en los Estados Unidos disminuyó un 7%, del equivalente de 1 taza por persona por día en 2003-04 a 0,93 equivalentes de taza por persona por día en 2017-18.
El consumo de fruta se mide en productos frescos, enlatados, congelados, secos y también en jugo 100%.
Tanto el producto de datos de disponibilidad de alimentos ajustada por pérdidas del ERS como el de NHANES muestran que los consumidores estadounidenses bebieron menos jugo de fruta a lo largo del tiempo, en promedio.

Los niños comen más fruta en la escuela; los adultos mayores comen menos fruta en general
La densidad de fruta en las dietas de los niños aumentó de un promedio de 0,55 equivalentes de taza por cada 1.000 calorías en 2003-2004 a 0,74 equivalentes de taza por cada 1.000 calorías en 2017-2018.
Las comidas en las escuelas han contribuido a aumentar el consumo de frutas por parte de los niños. La densidad de frutas en las dietas de los niños cuando comen en la escuela aumentó de 1 taza equivalente por cada 1000 calorías en 2003-04 a 1,36 tazas equivalentes por cada 1000 calorías en 2017-18.
Sin embargo, a las personas mayores y a los adultos en edad laboral no les va tan bien como a los niños en lo que respecta al cumplimiento de las pautas dietéticas de consumo de frutas. En 2017-18, las personas mayores consumieron 0,59 tazas de fruta por cada 1000 calorías, lo que equivale a 0,16 tazas menos de fruta por cada 1000 calorías que en 2003-04.
De todas formas, los niños y los adultos, incluidos los mayores, no han cumplido con las recomendaciones federales. Desde 2017 hasta marzo de 2020, solo el 23,2 % de los niños y el 14,7 % de los adultos cumplieron con las recomendaciones de fruta de la DGA para su grupo de edad y sexo .

Los niveles de consumo de fruta están vinculados a los hábitos y la concienciación sobre la salud
Los investigadores del ERS también intentaron comprender cómo se relacionan los factores individuales y sociales con la pertenencia a grupos de bajo o alto consumo. Descubrieron que los factores más importantes para predecir un alto consumo son los hábitos de salud, como la actividad física y no fumar, y el conocimiento sobre la salud obtenido a través de la conciencia de MyPlate del USDA, una herramienta utilizada para visualizar recomendaciones para una dieta saludable.
Por otra parte, quienes tenían estos hábitos y conocimientos saludables tenían menos probabilidades de consumir poca fruta. Los investigadores también descubrieron que los ingresos y los precios de la fruta no estaban fuertemente asociados con un consumo bajo o alto.

Fuente: Amber Waves, USDA
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