En enero, la Met Office anunció que 2022 había sido el sexto año más cálido registrado y parece que 2023 será otro récord. Pero aunque muchos cultivos se ven afectados por el intenso calor y la sequía del verano, los manzanos están luchando porque necesitan un período de frío durante el invierno.

Dado que el cambio climático podría afectar a las frutas británicas tradicionales, las manzanas clásicas podrían morir y ser cambiadas por variedades de Nueva Zelanda y Japón. Actualmente, las manzanas como la reineta o la antigua Nonpareil, que se cultivan en Gran Bretaña desde el siglo XVI, están luchando contra el cambio climático porque no hay suficientes «horas de enfriamiento» para que los árboles permanezcan inactivos en invierno y conserven energía para el cultivo de frutas.

Los científicos de Royal Botanic Gardens, Kew, están plantando 40 manzanos, un tercio de los cuales son variedades patrimoniales. Otro tercio son variedades nuevas creadas para que necesiten menos frío durante el invierno y el tercio final proviene de países más cálidos, incluida Sudáfrica. Las variedades se compararán para ver cuál tiene la mejor cosecha en las cálidas temperaturas de Londres.

Fuente: www.theguardian.com
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