Argentina: Cada vez se consume menos manzana en el mercado interno
Las estadísticas oficiales son contundentes. El mercado interno argentino no se recupera y el consumo de manzanas se ubica entre los menores del mundo.
Según datos brindados por el Senasa, durante el año pasado se orientaron de los Valles de Río Negro y Neuquén hacia el norte del río Colorado, con destino a las góndolas locales, algo más de 236.400 toneladas de manzana, a lo que hay que sumar los envíos desde Mendoza, las importaciones y las ventas al sur de la barrera, que terminan por impactar en esta cuenta. Considerando todas estas variables, el consumo aparente del país se ubica en los 6,5 kilos de manzana por persona y por año.
Los datos oficiales detallan que la actividad dejó de vender en esta última década algo más de 3 kilos per cápita, el equivalente a 132.000 toneladas de fruta.
El consumo promedio mundial de esta especie es casi el doble de los registros que presenta el mercado interno local y se encuentra muy lejos de países en los que antes no existía la producción de manzana, como es el caso chileno.
Sin lugar a duda el declive del consumo va en línea con la crisis que está atravesando el sector hace años a lo que a lo que ahora hay que adicionar los problemas económicos que arrastra el país. Está claro que con la distorsión de precios relativos que existe es difícil encuadrar la situación.
Lo dramático es que, a contramano de lo que pasa en la Argentina, el consumo mundial de manzanas en los principales destinos del globo sigue creciendo en forma sostenida.
¿Por qué sucede esto? Una de las principales teorías que se tiene para explicar este crítico escenario es la calidad de manzana que se orienta al mercado interno y su relación con el valor de venta. La estadística privada señala que cerca del 65% de la oferta que se orienta hacia este destino es de mala calidad con un precio elevado en punta de góndola cuando se lo compara con otros productos como puede ser la banana o la naranja.
De ahí que el desafío para el sector es volver a recuperar el protagonismo en el mercado interno con oferta de calidad. Los 12 kilos per cápita al año que se consumían en la década de los 90 difícilmente vuelvan a aparecer en el mediano plazo sin tener en claro esta consigna. De nada sirve grandes inversiones publicitarias, como muchos proponen para elevar el consumo, si no existe calidad del producto detrás de ella.
Fuente: www.rionegro.com.ar
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